Entrada la noche en los primeros días de
Octubre, acosaba el aire frío con matices húmedos de fina llovizna que dejaban
incipientes notas frescas de olor a
tierra mojada.. bañadas entre suaves
esencias de tomillos y lavandas en el soto.
hay prisa para todo, algo acecha... Lirones, Ratoncillos de campo, Conejos, incluso la frenética Comadreja parece alterada.
El fantasma de la noche está de caza.
Bella, silenciosa extraordinariamente fina inspeccionará meticulosa todos los rinconcillos del soto cada vuelta de tronco cada hoja caída, incluso en los huecos pequeños y grandes de las raíces de arbustos y chopos hasta el extremo de las últimas ramas
recortadas frente al blanco marfil sombreado de la luna.
Bella, silenciosa extraordinariamente fina inspeccionará meticulosa todos los rinconcillos del soto cada vuelta de tronco cada hoja caída, incluso en los huecos pequeños y grandes de las raíces de arbustos y chopos hasta el extremo de las últimas ramas
recortadas frente al blanco marfil sombreado de la luna.
Estilizada y de
notable elegancia sobresale por su gran elasticidad en movimientos
rápidos cual centella se tratase, dando alcance a sus presas entre el
enredado ramaje nocturno del bosque.
Sus curiosas manchas blancas del hocico y mejillas,
contrastan notablemente con el mimético pelaje de fondo gris, esto solo
guardaría relación dentro de un marco comunicativo entre la pareja de ginetas
en la silenciosa coordinación nocturna de la caza.
Poseen una vista especialmente sensible al movimiento a
baja luz, virtud que combina con sus poderosas pantallas auditivas y sus finos
captadores vibracionales entorno a su hocico, se diría que es un verdadero centro
de control detector.
Por otro lado su sistema nervioso le permite usar su
anillada cola como quinto miembro prensil, esto junto a sus poderosas uñas retráctiles le facilita la escala y movimiento por las ramas de los árboles,
pudiendo saltar fácilmente entre ellas ya que cuentan con formidables cuartos
traseros que utilizan incluso para defenderse de sus potenciales predadores.
La gineta puede alcanzar
un peso de, 1 a 2.5 Kg , aproximadamente con una altura a la
cruz de 15 a
19 cm, puede medir de unos 39 a 60 cm , más 35 a 49 cm , de cola según
individuo y alimentación
El hábitat de la gineta se
extiende por toda la
Península Ibérica buscando ante todo los biotopos
frondosos de los sotos con pasos de agua, franja que prefiere en primera
instancia, siendo capaz no obstante, de adaptarse a los encinares, robledales,
roquedos, incluso en zonas de acampada y alrededores de algunas urbanizaciones
si llega el caso.
Sus límites territoriales oscilan entre 5 ó6
Km , cuadrados, en este perímetro transcurren separados
de otros congéneres en solitario o bien en pareja.
Sus límites territoriales oscilan entre 5 ó
La unión en pareja se acentúa
entre los meses de febrero y marzo periodo en el que tiene lugar el
celo de las hembras, dándose casos de celo con menor frecuencia en julio y
agosto. Nacen los cachorros por el mes de abril o mayo manteniéndose ligados a la leche
materna los dos primeros meses de vida, tiempo que tardan en completar la dentición de leche, a partir de aquí comienzan con dieta sólida pre-masticada
por la madre.
La dieta principal de las ginetas
se basa en pequeños ratoncillos de campo, ratas, algún conejo,
reptiles, aves, incluso murciélagos sin descartar las frutas y bayas de
temporada.
El mundo de la gineta, distante y misterioso, esquiva criatura de la noche, brisa invisible entre las luces, mantiene su vida dignamente apartada en la medida que le es posible.
La gineta es una cazadora extrema capaz de correr invertida aferrándose a la cara inferior de una rama en horizontal, esto le permite incluso perseguir ardillas con tanta o mayor velocidad pudiendo mantenerles el ritmo saltando de un árbol a otro sin apenas esfuerzo.